El hombre desde su origen, en busca de calidad de vida, ha desarrollado paulatinamente complejos sistemas sociales, científicos, religiosos, tecnológicos, económicos y políticos que le han permitido avanzar en el conocimiento de sí mismo y del entorno que lo rodea. El paso del hombre por el mundo a través del tiempo ha generado una gran acumulación de saberes que resultan útiles para el sorteo de las dificultades que se le presentan al hombre actual. De manera que es indispensable conocer nuestro pasado para entender nuestro presente y mejorar nuestro futuro.
Así pues, comenzamos nuestro breve viaje a través de la Historia alrededor del 4.000 a.C., momento en que el hombre comienza a dejar registros duraderos y confiables de su paso por el mundo; para esto se sirvió de una herramienta que aunque hoy parezca muy sencilla, significó un inmenso avance en el desarrollo humano: la Escritura. A partir de su invención podemos construir, cada vez con más precisión, los ires y venires de las sociedades humanas ya que tenemos registro de lo sucedido.